CAVITACION, LA ALTERNATIVA A LA LIPOSUCCION
La celulitis es un problema que agobia a muchas
mujeres y no depende del hecho de estar más o menos delgada. A menudo es
de carácter hereditario, aparece en las mujeres en la edad de la
pubertad y puede acentuarse en el momento del embarazo y de la
menopausia. Es muy difícil eliminar la celulitis sin cirugía, porque
presupone una alimentación muy pobre de sal, mucho ejercicio físico y
continuas sesiones de masajes linfodrenantes. Gracias a la cavitación podemos conseguirlo.
La cavitación genera una corriente controlada de
micro-burbujas de vacío en el interior de un material fisiológico,
fluido, o liquido, con el objeto de implosionar dichas burbujas.
Con esta técnica se rompen las estructuras de los depósitos
de grasa localizada, que son zonas resistentes a las dietas y no
resultan fáciles de eliminar ni mediante masajes ni con ejercicio.
La cavitación nos ofrece una solución eficaz para estos
casos, liberando la grasa y moldeando el cuerpo,
con resultados visibles desde las primera sesión.
Con la implosión de las burbujas se destruye la célula
adiposa, transformándose en una sustancia liquida (diglicérido) que
posteriormente se elimina por el sistema linfático y las vías urinarias.
La célula adiposa se ve expuesta a un exceso de presión que
rompe las membranas, destruyendo así los adipositos. Los triglicéridos
se fragmentan en diglicéridos y pueden ser así fácilmente eliminados del
organismo por las vías anteriormente mencionadas.
Se hace una sesión de unos 30 minutos en una zona especifica a tratar,
posteriormente se aplican técnicas de masaje, presoterapia o drenaje
para ayudar a eliminar las células grasas, evitando su reabsorción.
Es recomendable la ingesta de al menos dos litros de agua
antes y después del tratamiento así como una dieta hipocalórica, puesto
que es una parte imprescindible para poder eliminar la grasa.